En octubre de 1962, sucedió algo impensable para el gobierno de Estados Unidos de Norteamérica: presencia de misiles soviéticos en la isla de Cuba. Aviones espía estadounidenses U-2 habían confirmado lo que se sospechaba desde tiempo atrás, posterior al fracasado intento de invasión anti-castrista en Bahía de Cochinos a la isla del Caribe, para deponer al gobierno socialista de Fidel Castro.
La administración Kennedy optó por jugar todas sus cartas sobre la mesa dentro del panorama de la guerra fría: la diplomacia, con el cuál se aislaría a la Unión Soviética de todo tipo de asistencia logística a la isla, mediante la ONU y la OEA. Kennedy recibió el apoyo de las naciones occidentales mas representativas-Konrad Adenauer por parte de Alemania, Harold McMillan por parte de Reino Unido, Charles De Gaulle por Francia-; la política, con la cuál la oposición republicana y el Congreso de la Unión americana respaldaron su decisión; la militar con la cuál se estableció "la cuarentena" o bloqueo naval sobre la isla, impidiendo todo tipo de incursión hacia Cuba anunciada por Kennedy el 22 de octubre.
De ésta manera, JFK buscó establecer un mensaje a Jruschchov, el premier soviético. Del mismo modo, el embajador de Estados Unidos ante la ONU, Adlai Stevenson demostró ante el Consejo de Seguridad de la ONU las pruebas suministradas por los aviones espías de su país. “¿Niega usted, Señor Sorín, quela URSS ha instalado en Cuba misiles de mediano y largo alcance? ¿Sí o no? ¡No esperen a que le traduzcan! ¿Sí o no?”."Conocemos la realidad y usted también Señor, y estamos dispuestos a hablar de ello. No estamos aquí para ganar un debate. Nuestra misión, Señor Sorin, es salvar la paz. Si está dispuesto a intentarlo nosotros también".
El historiador Arthur Schlesinger argumentó como miembro del equipo asesor de Kennedy: “Las Naciones Unidas fueron el primer paso en ganar la comprensión de la posición americana. El embajador británico, mencionando la reacción dual en su propio país, sugirió la necesidad de evidencia: ¿no podrían las fotografías aéreas ser demostradas?. El Presidente envió por un archivo, y juntos fueron tras ellas recolectando aquellas que pudieran ocasionar una gran impacto en los escépticos. El embajador soviético, dijo el fiscal general, pareció muy nervioso, fuera de enfoque e inadvertido de cualquier instrucción. …”[1].
La administración Kennedy optó por jugar todas sus cartas sobre la mesa dentro del panorama de la guerra fría: la diplomacia, con el cuál se aislaría a la Unión Soviética de todo tipo de asistencia logística a la isla, mediante la ONU y la OEA. Kennedy recibió el apoyo de las naciones occidentales mas representativas-Konrad Adenauer por parte de Alemania, Harold McMillan por parte de Reino Unido, Charles De Gaulle por Francia-; la política, con la cuál la oposición republicana y el Congreso de la Unión americana respaldaron su decisión; la militar con la cuál se estableció "la cuarentena" o bloqueo naval sobre la isla, impidiendo todo tipo de incursión hacia Cuba anunciada por Kennedy el 22 de octubre.
De ésta manera, JFK buscó establecer un mensaje a Jruschchov, el premier soviético. Del mismo modo, el embajador de Estados Unidos ante la ONU, Adlai Stevenson demostró ante el Consejo de Seguridad de la ONU las pruebas suministradas por los aviones espías de su país. “¿Niega usted, Señor Sorín, que
El historiador Arthur Schlesinger argumentó como miembro del equipo asesor de Kennedy: “Las Naciones Unidas fueron el primer paso en ganar la comprensión de la posición americana. El embajador británico, mencionando la reacción dual en su propio país, sugirió la necesidad de evidencia: ¿no podrían las fotografías aéreas ser demostradas?. El Presidente envió por un archivo, y juntos fueron tras ellas recolectando aquellas que pudieran ocasionar una gran impacto en los escépticos. El embajador soviético, dijo el fiscal general, pareció muy nervioso, fuera de enfoque e inadvertido de cualquier instrucción. …”[1].
El derribo de un avión espía estadounidense U-2, generó una fase de crisis, en la cuál se dio un ultimátum de ataque contra Cuba. Un guerra nuclear podía desencadenarse en vista que los soviéticos podían reaccionar invadiendo Berlín Occidental o Turquía, y los estadounidenses de la misma manera con su arsenal atómico. Kennedy buscaba un entendimiento entre las dos partes. El premier soviético envió dos misivas a la Casa Blanca: la primera desmantelar los misiles a cambio de la promesa de Estados Unidos de no invadir Cuba; la segunda, la de Estados Unidos de desmantelar los misiles en Turquía. Kennedy aceptó la primera. La respuesta de Jruschchov fue de desmantelar los misiles el 28 de octubre. Las Naciones Unidas inspeccionaron la situación. Seis meses mas tarde se retiraron los misiles de Turquía; pero quedó garantizado que los soviéticos tampoco incursionarían sobre Berlín Occidental.
La crisis de los misiles evidenció lo cerca que estuvo el mundo al borde de una guerra nuclear.Espero que situaciones como éstas no se vuelvan a repetir.Por eso, es inminente un entendimiento diplomático con Corea del Norte, Irán, Pakistán, India, Israel y otras naciones que garanticen que el empleo de la energía nuclear de forma pacífica.Del mismo modo, constituyó un ejemplo de la importancia de la diplomacia para la resolución de conflictos, que hoy en día, mas que nunca, se necesita para evitar mas derramamiento de sangre,así como romper con una constante histórica de la humanidad: la guerra como " la continuación de la política por otros medios".
Fotografías aéreas de la presencia de misiles soviéticos en Cuba.
John F Kennedy dirigiéndose a su país anunciando el bloqueo naval sobre Cuba.
Avión espía U-2, que detectaron los misiles soviéticos en la isla del Caribe.
Adlai Stevenson mostrando las pruebas ante las Naciones Unidas.
Bloqueo naval sobre la isla del Caribe.
[1] SHLESINGER, Arthur. Los mil días. John F Kennedy en la Casa Blanca. New York :Fawcett Crest Book.1965.p. 748,759.
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